Miriam Rodríguez Martínez fue una mujer, madre y activista tamaulipeca que transformó el dolor más profundo en una lucha incansable por la verdad y la justicia. Tras el secuestro y feminicidio de su hija Karen en 2012, Miriam no se detuvo: fundó el Colectivo de Desaparecidos de San Fernando y se dedicó a rastrear, investigar y confrontar a quienes participaron en la desaparición de su hija.

Lo hizo sola, sin apoyo real del Estado, con una carpeta en mano y el corazón lleno de fuerza. Gracias a su trabajo, logró identificar a responsables y llevarlos ante la justicia. Sin embargo, el 10 de mayo de 2017, Día de las Madres, fue asesinada frente a su casa por atreverse a exigir lo que muchas siguen esperando: justicia.

Miriam representa a miles de mujeres que luchan cada día por encontrar a sus hijxs, por proteger a otras, por gritar lo que muchos prefieren callar. Su historia nos recuerda que la violencia estructural también castiga a quienes resisten desde el amor, la rabia y la memoria.

Desde SororIA, honramos su legado y el de todas las madres buscadoras, porque su lucha es también nuestra. 💜

Si necesitas orientación emocional o legal frente a situaciones de violencia, recuerda que SororIA está disponible, es anónima y siempre te escucha.

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